Agricultura y plásticos. Parte 1

El martes 24 de enero se impartió la primera sesión de formación dedicada a la agricultura y los plásticos y que se ha incluido dentro del programa de formación MENORCA PRESERVADA.

Esta formación está contemplada en Plan de Acción para la reducción de la contaminación por plásticos en Menorca 2030, redactado en 2021, por la IUCN y nuestra alianza.

La primera sesión se dedicó a explicar las obligaciones legales del sector agrícola en relación con los residuos plásticos y a los efectos de la contaminación por plástico en la naturaleza, la salud humana y la economía y la contribución de la actividad agrícola a esta problemática ambiental.

Respecto a la normativa en relación con los residuos plásticos, la Ley 3/2019, de 31 de enero, Agraria de las Illes Balears es la que contiene la mayor parte de menciones en sus artículos 8, 16, 31, 40, 54 y 55. Por otra parte, el Pla Director Sectorial de Prevenció i Gestió de residus no perillosos de Menorca 2019-2025 en su capítulo X habla de los residuos plásticos procedentes de la agricultura.

Por plásticos agrícolas, cuyo código LER es 02 01 04, se engloban los plásticos agrícolas de desecho, aquellos provenientes de ensilados, sacos de abonos y piensos compuestos, cordeles plastificados de las balas de heno, cintas de plástico para cubrir las balas de ensilado, tubos de riego de goteo, plásticos de invernaderos, minitúneles, acolchados, etc. En Menorca en 2021 se generaron más de 340 toneladas de plásticos agrícolas. Los plásticos agrícolas recogidos no se reciclan y van directamente al vertedero de Milà por la gran cantidad de impropios que presentan.

Según un estudio de la FAO, a escala global entre el 3 y el 5% de la producción de residuos plásticos se debe a la agricultura y entre los residuos plásticos de la agricultura los más frecuentes son films y plásticos para el riego y el drenaje. Este estudio también estima que se puede encontrar hasta 3.500 kg de film de invernadero por hectárea, 400 kg/ha de tubos de riego y cerca de 200 kg/ha de plástico de acolchonado.

Por otra parte, en la agricultura se utilizan una gran variedad de plásticos (polietileno de baja densidad (LDPE), el polietileno lineal de baja densidad (LLDPE), los copolímeros de etileno y monómeros polares (acetato de vinilo (EVA), acrilato de butilo (EBA)), el policloruro de vinilo (PVC) plastificado y el polipropileno (PP), así como los materiales plásticos en forma de placa rígida (policarbonato de bisfenol A (PC), polimetacrilato de metilo (PMMA), etc) y que son difícilmente reciclables.

Las principales fuentes de aportación de plásticos agrícolas al entorno son:

1. Si se utilizan lodos de depuradora y compost como fertilizantes.

2. Degradación o rotura de plásticos de alcochonado, films y equipamientos plásticos.

3. Riego con agua residual que contenga microplásticos.

4. El uso de abono encapsulado y de semillas recubiertas de plásticos.

Una vez liberados en el entorno, los macro y microplásticos pueden:

1. Ser transportados por el viento al entorno, ríos o torrentes e incluso al mar si los campos están cercanos a la costa.

2. La escorrentía puede transportar macroplásticos y microplásticos desde el suelo agrícola a través de los sistemas fluviales hasta el mar.

3. La biota puede trasladar los microplásticos a las profundidades del suelo. Por ejemplo, a través de los túneles y la ingestión por lombrices de tierra.

Un estudio sobre microplásticos en el medio ambiente del Institut d'Estudis Catalans, da algunos datos interesantes sobre la contribución de la actividad agrícola en la contaminación por plásticos. Entre otros datos, se ofrecen que el compost puede contener entre 2,38 i 180  mg de microplásticos por kilogramo o que el uso de lodos de depuradora como fertilizante puede aportar entre 1.500 y 24.000 partículas de microplásticos por kilogramo. El riego con aguas depuradas es otro factor de aporte de microplásticos y puede variar entre 1.000 y 627.000 partículas por m3. 

Además, los plásticos son sensibles a factores ambientales como el viento, la radicación ultravioleta o la temperatura. Estos factores afectan a su rotura y degradación. La importante influencia de los vientos en la isla, con episodios de fuerte viento de tramuntana y el régimen de lluvias irregular, con episodios de precipitaciones intensas en otoño principalmente, son factores a tener en cuenta. Las temperaturas en la isla son templadas, aunque en verano se pueden superar los 40ºC, hecho que también puede favorecer una mayor fotodegradación de los plásticos. Otro hecho característico de la isla, es su dimensión y la gran cubierta de suelo dedicada a suelo agrícola (casi el 50% del total), que se encuentra en muchas ocasiones cercanas a la costa y, por tanto, puede haber una migración de plásticos desde el campo hasta la costa.